lunes, 22 de marzo de 2010
La historia de Fernando Alonso 3ªParte
ADRIAN CAMPOS...LA CLAVE
Después del fallido proyecto de la Fórmula Elf Campus francesa, Alonso volvió al karting donde siguió como profesional. Hasta que se cruzó en su vida Adrián Campos. Aquélla fue la clave para que ahora el asturiano esté ahora en uno de los cuatro grandes de la Fórmula 1
El ex piloto y jefe de equipo necesitaba un sustituto para Marc Gené en la Fórmula Nissan. El catalán, que al final ganaría el campeonato, no quería seguir en el campeonato de monoplazas y Adrián quería un hombre de talento. Antonio García le dijo que conocía a un chaval del kárting que era realmente bueno. Resulta que era el mismo chico que asombró a Campos en una prueba de exhibición de karts en Barcelona, el Marlboro Masters del 96. Adrián se reunió en junio de 1998 con él y su padre y le costó convencerles. "¿Seguro que no nos costará nada?", dijo José Luis, desconfiado. "Seguro, seguro". Era la tercera vez que el asturiano tanteaba su debut en los monoplazas y siempre había encontrado algún gato encerrado. "Aquella vez lo que más me sorprendió fue lo poco que hablaba. Apenas dijo palabra", cuenta Campos.
Al término de aquella temporada, Alonso probó el coche de Gené en Albacete y al segundo día ya estaba rodando al ritmo de la pole del sabadellense. Era la segunda vez en su vida que llevaba un coche con marchas y ya iba como un tiro. Marc, asombrado, no cesaba de reírse en el muro de boxes. Aquel niño era un portento. Además de la resistencia inicial de los Alonso, Campos tuvo que luchar con el problema de subir un piloto no valenciano a un monoplaza patrocinado por el Circuit.
Al principio del Open de 1999, Fernando tuvo un par de salidas de pista cuando tenía de lejos la victoria. Una de ellas, muy sonada, fue en el Jarama. "Le dije que se tranquilizara -cuenta Adrián-, que no hacía falta que fuera con el dedo en la garganta todo el rato. Enseguida aprendió y el resultado fueron nueve pole position, seis victorias y ocho vueltas rápidas". No tenía carnet y, con 17 años, volaba en los circuitos a 250 km/h. Se lo sacó nada más alcanzar los dieciocho, curiosamente sobre un Renault Megane y lo curioso es que, según el propio Alonso, "el profesor de autoescuela me decía que iba demasiado despacio"
Alonso, con su primer título de monoplazas bajo el brazo, debía seguir su escalera hacia la gloria y el paso natural fue la Fórmula 3000, que compartía escenario con los Schumacher y Hakkinen. Ha sido la única vez que llevó sponsors para competir y a punto estuvo de no poder correr.
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